6. Recomendaciones generales

Independientemente del tipo de obras que se digitalizan y de la técnica utilizada, hay algunas cuestiones generales de metodología que se aplican a todos los procedimientos:

  • Establecer un protocolo con las especificaciones técnicas de la digitalización. Por ejemplo, procedimientos de manipulación segura de los originales, etapas de digitalización, formato, calidad y niveles de compresión de los archivos digitales tanto para las copias de preservación como las de difusión, parámetros del post-procesamiento, estándares de metadatos, etc. A modo de ejemplo, ver el protocolo de la Biblioteca Nacional de Chile para la digitalización de imágenes.

  • Llevar controles y registros en una planilla para un adecuado seguimiento del proceso y sus etapas. Como mínimo, esta planilla debe incluir el número de identificación de cada material, nombre de la persona que digitaliza, persona que post-procesa, estado del proceso, fechas de inicio y fin de la digitalización y observaciones relevantes.

  • Trabajar en todas las etapas en que sea posible con software libre y formatos abiertos para no quedar atados a productos tecnológicos que imponen restricciones y nos hacen dependientes de un único producto para recuperar, reproducir y editar los archivos.

  • A diferencia de lo que recomiendan muchos manuales de digitalización de bibliotecas, nosotros creemos que es importante no colocar marcas de agua en los archivos digitales. Las marcas de agua alteran el material original y entorpecen su uso y circulación. Toda la información añadida a la obra que sea necesario comunicar acerca de la institución que realiza la digitalización, puede incorporarse en los metadatos. El blog “A digitalizar” lo explica claramente en esta entrada.

  • Desarrollar planes para el respaldo y eventualmente, la migración de archivos, como parte de una política de preservación digital. Se recomienda partir de las directrices para la preservación del patrimonio digital de la UNESCO.