5. Patrimonio sonoro y audiovisual

Los soportes para la reproducción de sonido y de imagen en movimiento han cambiado muy rápidamente en épocas relativamente recientes. Desde fines del siglo XIX hasta nuestros días, las tecnologías de grabación, almacenamiento y reproducción han avanzado de manera exponencial, pero la contracara de este proceso fue la rápida obsolescencia de los soportes y formatos, lo cual plantea un desafío para la preservación y, sobre todo, para el acceso.

Diversos tipos de soportes de imagen en movimiento: 1.- Cinta de 1 pulgada; 2.- Videocasetes de U-Matic ¾”, estacionario y portátil; 3.- Betacam SP, Estacionario y portátil; 4.- Video8; 5.- DVCAM y miniDV; 6.- XDCAM ). Fuente: http://www.andreadicastro.com/academia/CONFERENCIAS/Nueva_era_Video.html

Existe la ilusión de que siempre se va a poder inventar un nuevo soporte que aumente la calidad y prolongue la vida útil del registro, hasta llegar casi al “definitivo”: el que conservará incorruptible y siempre disponible el material. Pero el tiempo ha ido dejando obsoletos muchos soportes y sus correspondientes formatos y equipos de reproducción, por lo que la necesidad de trasladar el contenido a nuevos soportes se vuelve una tarea casi permanente. Incluso hoy, con la digitalización, el problema persiste y hasta puede acentuarse por la proliferación de nuevos soportes que requieren nuevas tecnologías. Pensemos en los archivos que fueron almacenados en CD desde los años 90. Los equipos de audio y computadoras desde hace un tiempo empiezan a venir sin bandeja lectora, porque los discos rígidos, las memorias de estado sólido y el almacenamiento en “la nube” están volviendo obsoleto al disco láser, que además demostró ser mucho más frágil y menos durable de lo prometido.

Este problema no es del todo solucionable, pero sí se pueden prever algunas cosas, como por ejemplo, asegurar copias digitales de preservación en la mayor calidad posible, en formatos abiertos y estándares, y contar además con planes de respaldo y migración para que los archivos no queden obsoletos por no poder ser reproducidos por las nuevas tecnologías.

Hay muchos procesos posibles de digitalización del patrimonio sonoro y audiovisual, porque hay muchos soportes diferentes, pero lo fundamental es contar con un equipo reproductor del soporte original que se pueda conectar a la computadora, la que debe tener una tarjeta de sonido y un software que gestione la digitalización. Por ejemplo: un cassette de audio se digitalizará conectando un equipo de música a la entrada de línea de la computadora que se encuentra a la vez conectada a la tarjeta de sonido interna de la misma. Se grabará el audio mediante un software de grabación de sonido, como Audacity, simplemente reproduciendo el cassette e indicando al programa que lo utilice como fuente de sonido.

El proceso de digitalización de video y audio analógicos implica tres pasos: muestreo, cuantificación y codificación. En este proceso se determina la fidelidad de imagen y sonido del archivo digital, por lo que las decisiones que se tomen en estos pasos determinarán la calidad de la reproducción del archivo y el tamaño del mismo. Una de las decisiones más importantes es qué códec utilizar para el almacenamiento. Aquí hay tantas respuestas como necesidades y objetivos tienen los archivos, de acuerdo al material a digitalizar. No tendrá los mismos requerimientos técnicos y de calidad la remasterización digital de una obra cinematográfica para su reestreno en salas, que la digitalización de un VHS familiar.

Pero por lo general, será necesario contar con una copia de preservación de la mayor calidad posible y a partir de ella generar versiones que puedan ser transmitidas por streaming en Internet sin que requieran tanto espacio de almacenamiento y ancho de banda. Un códec recomendado para audio es FLAC, que es un formato de compresión sin pérdida de calidad, abierto y estándar. Los archivos se podrán difundir luego en otros formatos más comprimidos, aunque sufran pérdidas, como OGG o MP3. En video hay muchas opciones, pero en general para el almacenamiento de preservación se recomiendan AVI, MXF y MOV, sin compresión, mientras que para el acceso por Internet puede cumplirse con un archivo MPEG, más comprimido.

Algunos recursos recomendados:

Aspectos técnicos de la digitalización de fondos audiovisuales, por David González-Ruiz, Miquel Térmens y Mireia Ribera: http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2012/septiembre/12.pdf

Introducción a los códecs de archivos sonoros y audiovisuales y 10 recomendaciones para seleccionar y gestionar códecs, por Chris Lacinak: http://www.avpreserve.com/wp-content/uploads/2014/10/PrimerForCodecs_spanish.pdf

Cómo digitalizar VHS, casetes de audio y discos de vinilo viejos para preservar la memoria: http://www.lanacion.com.ar/838922-como-digitalizar-vhs-casetes-de-audio-y-discos-de-vinilo-viejos-para-preservar-la-memoria

ffmpeg: software libre para la conversión de múltiples formatos de imagen, audio y video.

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