4. Compartir, reutilizar, colaborar y co-crear

Logo de la iniciativa OpenGLAM

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Los materiales de las colecciones digitales son para compartir. El objetivo es que el público acceda, pero también que republique y comente los contenidos en sus propios espacios digitales: blogs, perfiles en redes sociales, foros de debate, e incluso a través de la mensajería instantánea y otros diversos canales personales de comunicación. Así aumenta el alcance y el impacto del proyecto de digitalización, llegando a nuevos públicos. Es preciso, por lo tanto, no tener miedo de que los materiales cobren vida y circulación propia, más allá del control de la institución.

Por otro lado, compartir y copiar materiales en Internet implica que dichos materiales pasan a estar alojados en diversos servidores y dispositivos. La existencia de un mayor número de copias totales disponibles mejora las perspectivas de preservación del archivo. Si bien el trabajo de preservación de la institución que digitaliza es fundamental e irreemplazable, una circulación amplia de los contenidos debe ser vista como positiva desde el punto de vista de la preservación.

Pero más allá de la copia y del intercambio de materiales, podemos dar un paso más allá, buscando que la comunidad se apropie del patrimonio digitalizado reutilizándolo. Se fomenta así la descentralización y la autonomía de la comunidad, permitiéndole generar más valor y creatividad en torno al patrimonio. Un gran ejemplo es la iniciativa Rijksmuseum Collaboration. El Rijksmuseum de Amsterdam puso a disposición del público imágenes de su colección en alta calidad bajo una licencia Creative Commons. A partir de esta acción, el museo lanza una convocatoria a la comunidad de diseñadores y artesanos del movimiento Do It Yourself, invitándoles a reutilizar libremente esas imágenes para generar productos, muchos de los cuales se pueden ver en las tiendas online de Etsy.

Poner a disposición digitalmente y hacer una curaduría desde la institución puede ser muy útil e interesante, pero no fomentará más que las visitas y comentarios en nuestro sitio, manteniendo nuestro proyecto en un ámbito controlado y en una modalidad unidireccional. Un proyecto integral de apertura del patrimonio digital a la comunidad debe contar con la capacidad de colaboración y co-creación de la comunidad.

Es posible pedir opiniones al público, invitar a la gente a votar o compartir, a crear sus propios museos imaginarios y salas de exposiciones virtuales, a generar eventos presenciales en torno a un tema de la colección, o a crear exposiciones de curaduría colectiva, entre muchas otras posibilidades.

A la hora de planificar la participación de la comunidad es importante aprovechar la interacción entre el conocimiento local y las herramientas globales. Sumarse a proyectos GLAM (acrónimo de “galleries, libraries, archives and museums”) de Wikipedia o a diversas iniciativas regionales y globales, permite obtener un mayor impacto, al vincular al territorio con la conversación más amplia y global en torno al patrimonio digital. Además, para lograr la colaboración de la comunidad en actividades presenciales, muchas veces es necesario ampliar los esfuerzos de difusión a través de comunicados de prensa y contactos en medios de comunicación tradicionales. Muchas veces, la gente de una localidad se entera de los eventos y actividades a través de la radio o el periódico local. Por esa razón, es importante no descartar la comunicación tradicional.